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El Gobierno de Bogotá tiene como una de sus prioridades la implementación del programa de reasentamiento de familias que se encuentran en condiciones de alto riesgo en el Distrito Capital. Un programa que tiene como objetivo garantizar el derecho a la vida, que se encuentra consagrado en la Constitución en su artículo 11 y el derecho a una vivienda digna en su artículo 51.
Este programa de reasentamiento consiste en el conjunto de acciones y actividades necesarias para lograr el traslado de las familias de estratos 1 y 2 que se encuentren asentadas en zonas declaradas de alto riesgo no mitigables por deslizamiento o inundación, las zonas objeto de intervención por obra pública o la que se requiera para cualquier intervención de reordenamiento territorial, tal como lo establece el artículo 301 del Decreto 190 de 2004, que hace parte del Plan de Ordenamiento Territorial.
Las diferentes entidades administrativas y de planeación han hecho diversos estudios en el barrio El Dorado Centro Oriental. Tras los diferentes procedimientos se han indicado cuáles son las viviendas que han sido declaradas en alto riesgo.
Desde el punto de vista legal, la propuesta que plantea el plan de ordenamiento territorial, y bajo la luz de normas constitucionales, la relocalización de estas personas se hace necesaria. Sin embargo, desde el punto de vista de las personas beneficiadas o afectadas, existen valores que van más allá de un simple resarcimiento económico. Germán Ramírez, uno de los beneficiados con el programa, cuenta cómo su padre construyó su casa ladrillo a ladrillo, “el sueño de mi papa era que todos tuviéramos un apartamento, pero por cuestiones económicas no pudimos construir más, es una casa que mis nueve hermanos, mis padres y yo construimos juntos”.
Tras aquellos ladrillos que en un futuro serán tumbados, existen historias, vidas, se ha creado una identidad y un sentimiento de pertenencia a un territorio. Son comunidades que ahora luchan para que se presenten alternativas, como la reconstrucción de aquellas casas que se encuentran declaradas en alto riesgo. “Nosotros en los barrios pobres no creemos que tenemos derechos, sino que la gente nos regala cosas, no que nos merecemos cosas o tenemos derecho a las cosas. El Gobierno nos está desplazando” señala uno de los vecinos de la zona.
El ambiente es de impotencia, con ojos de preocupación se enseñan escrituras que demuestran la propiedad del terreno “El problema es que este es una camino natural para los gringos o para los ricos. A diez minutos están las universidades más prestigiosas, como Los Andes, estamos a diez minutos del Archivo General de la Nación, a cinco minutos de la Plaza de Bolivar, ¿cuál localidad tiene tantas riquezas como ésta? estamos en una localidad donde tenemos tantas riquezas, que desafortunadamente nosotros por la ignorancia, no sabemos dónde estamos” señala Germán.
La propuesta de indemnización, que en algunas casos ha sido de cuarenta y cinco millones de pesos, ha hecho que el valor de las viviendas colindantes suba de precio “antes las casas aquí costaban veinte millones. Ahora con la propuesta que nos hace el Gobierno de indemnizarnos con esta plata, los precios han subido, y de veinte millones ahora las casas cuestan sesenta millones. No podemos comprar con la indemnización que proponen. Nos dejarán en la calle” resalta Marta, propietaria de una de las casas afectadas.
El ambiente se torna cada vez más complicado, y los sentimientos de rabia crecen en la comunidad. Un plan que tiene como objetivo salvaguardar los derechos fundamentales de las personas se está convirtiendo en una pesadilla para los beneficiados. El barrio El Dorado Centro Oriental es una mina de oro que cuenta con una importante reserva natural. Sin lugar a duda, y con políticas adecuadas, podría ser uno de los sectores turísticos más importante de la ciudad. “El riesgo es que no tenemos plata para construir bien. Nos quieren esconder porque somos pobres, porque el presidente vive al lado. ¿Cuánta naturaleza tiene esta localidad? pero como somos pobres, aquí nunca ha venido el Gobierno, nunca nos han ayudado en cómo construir. El riesgo es el abandono que el Estado nos tiene acá. Y ahora que estamos abandonados nos quieren hacer la inquisición para no darles vergüenza que estamos al lado del Presidente de la República” replica Germán.
Escrito por: Andy VC
“Made in the Earth!”
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