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Durante los últimos meses la costa de Kenia ha sido afectada por números actos terroristas que han dejado las playas vacías de turistas. La economía local se precipita al suelo y los locales que dependen del turismo ven con angustia el futuro, pues son pocos los viajeros que se arriesgan a pasar vacaciones en esta parte del país.
El miedo se siente y se ve en los rostros de muchas de los locales. En los diferentes bares, hoteles y restaurantes que aún permanecen abiertos, los dueños hablan constantemente sobre los problemas que ha traído el incremento de la violencia en esta zona y cómo muchos de sus colegas han tenido que cerrar sus negocios para evitar la quiebra.
Aquellos que deciden tomar el riesgo de visitar las playas, se encontraran con un panorama desolador e increíblemente bello, donde kilómetros y kilómetros de arena son visitados únicamente por pescadores y vendedores ambulantes que buscan angustiosamente dinero de los pocos turistas que se pierden en la inmensidad de las playas.
Si bien es cierto que la zona es peligrosa, también lo es el hecho de que el viajero verá poco o nada de un conflicto que se toma los principales titulares de los medios del país. Muchos de los turistas que deciden tomar vacaciones se encuentran con bajos precios y promociones que intentan recuperar la economía local, lo que ha permitido que incluso los conocidos “backpackers” o mochileros, aprovechan los bajos precios para hospedarse en hoteles que de otra forma no podrían permitirse.
Escrito por: Andy VC
“Made in the Earth!”
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